Cómo ser más positivo

En mis sesiones de  psicoterapia por internet, muchas veces propongo a mis pacientes la idea de ser más positivos.

Siempre que comento algo así, me gusta dejar claro que no se trata de ese “optimismo ñoño” que consiste en ver todo de “color de rosa”.

No se trata de negar que, en la vida pasan cosas y que es perfectamente lícito asumir y reconocer que algunas de estas no nos gusten.

Pero, volviendo a ese lema tan importante que siempre utilizo en terapia: “no se trata de qué sea aquello que nos pasa, sino de cómo nos lo contemos…”, si conseguimos contarnos las cosas de mejor manera, conseguiremos sentirnos mejor ante ellas impidiendo así los bloqueos que causan los sentimientos negativos.

Para que sirve ser positivos.  

Hay estudios que demuestran que las personas optimistas, viven más, pero sobre todo mejor.

Por tanto, gracias a estos datos, podríamos concluir que ser optimistas, es más adaptativo.

Ser positivos, nos permitiría mejor sobrevivir y por tanto, sería algo que formase parte de nuestra propia naturaleza.

¿Nuestra naturaleza es ser optimistas?

A esta pregunta, que surge por tanto, del comentario anterior que decía:  “ser positivos es algo natural del ser humano”, me surgen respuestas aparentemente ambivalentes o contradictorias.

Para poderla contestar de una manera más completa, diría que evidentemente, como antes mencionaba, ser positivos ayudará a nuestra supervivencia. Al mismo tiempo, esto no significa que al formar parte de nuestra naturaleza, surja de manera espontánea, instintiva e inconscientemente.

Al contrario, por la presencia de nuestro cerebro reptiliano, tenemos una tendencia a la preocupación y a la búsqueda de problemas. Esta parte de nuestro cerebro es heredada de nuestros ancestros y surge con la finalidad de prever peligros y protegernos de ellos…

Pero, entonces: ¡esto es lo verdaderamente adaptativo!

Y vuelvo a decir: Si y No. Porque, aquí llega la buena noticia: también poseemos un cerebro racional, que permite moderar la percepción de esos peligros, que el cerebro reptiliano se encarga de detectar, imaginar o incluso anticipar.

Es decir, ese cerebro racional y al mismo tiempo, plenamente consciente, debe ejercer de “catalizador” de peligros, haciendo que la negatividad de estos, no sea tan intensa como para generar un bloqueo.

Que esta parte cerebral, la racional, actúe de forma consciente e intencionada, no significa que no forme parte de nuestra naturaleza, no deba ser utilizada y no favorezca a nuestra supervivencia.

Las consecuencias de ser negativos. Cómo dejar de ser Negativo.

Si dejásemos actuar a ese cerebro reptiliano sólo y exclusivamente, nos estaríamos contando la vida de una manera tan negativa y preocupante que generaría, como ya he comentado antes, un bloqueo tal, que nos impediría reaccionar. El problema llegaría a cobrar un peso, totalmente insostenible, como ya comentaba en el ejemplo de la botella.

Precisamente, la función del cerebro reptiliano es óptima, cuando se conjuga correctamente con el racional. Se trata de un trabajo en equipo.

Teniendo en cuenta que a pensar es algo que aprendemos, y nuestra atención es su refuerzo, el pensamiento que se plantea a modo de preocupación, requerirá de una mayor atención, hasta lograr resolver el problema. Aquí, es donde entonces, necesitamos poner en marcha el cerebro racional, para evaluar el problema y concluir si este tiene solución y se puede llevar a cabo en ese mismo momento. Si no, mejor dejarlo aparcado a un lado.

Además, ese cerebro “preocupón” tiene la cualidad de anticipar peligros y amenazas. Se trataría de prever esas probables amenazas, no de anticipar siempre en negativo.

Anticipar en negativo, puede llevarnos al sesgo propio del efecto Pigmalión y hacer seleccionar la información negativa, con la finalidad de confirmar nuestra profecía inicial.

Hay quien dice que, pensar en negativo, ayuda a que luego el golpe, si nos lo tenemos que dar, duela menos.

Soy de la idea de que eso no es verdad. Pienso que anticipar en negativo, solo por el hecho de pensar en negativo, ya duele desde el primer pensamiento. Además, si luego llega el golpe, ya estaremos desgastados y doloridos, pero ¿y si al final, no hay golpe? Pues, habremos sufrido inútilmente.

Ejercicios para ser más positivos. Aprender a ser positivo.

Con el objetivo de ser más optimistas, propongo un ejercicio basado en el cambio de Foco.

El ejercicio de las 5 cosas positivas.

Este ejercicio consiste en anotar todos los días, al final de cada día, cinco cosas positivas que hayan sucedido.

En principio, sugiero que seamos especialmente generosos con esas cosas que anotemos.

Pongo como ejemplo: ese café calentito que me tomo a primera hora de la mañana.

El motivo de poner el umbral bajo a la hora de seleccionar aquello que anotemos, es porque dada la tendencia que tenemos , a detectar más lo negativo,  es algo que puede resultar complicado.

A medida que vayamos avanzando día a día en el ejercicio, podemos aumentar la complejidad. Además, dada la dificultad que encontremos los primeros días, podemos hacer que nuestro objetivo, en cada momento que transcurra, conste en realizar esta búsqueda o incluso proporcionarte tú mismo, de una forma voluntaria, esos elementos positivos que ayuden a llenar tu día. 

Con este ejercicio estarás habituando a tu cerebro a hacer algo a lo que, sin embargo, no está muy acostumbrado y es a ir buscando la información positiva que le rodea, frente a la negativa que es a la que tiene tendencia.

Acompaña tu vida con una sonrisa.

Otra  manera demostrada, de conseguir más positivos, es la de un cambio de actitud voluntariamente.

Se trata de acompañar todo aquello que hagas, por ejemplo, con una sonrisa:

• Llega a tu trabajo por las mañanas sonriendo.
• Saluda a quien te encuentres a lo largo del día y sonríe.
• Habla a tu familia con una sonrisa y si ya les dices que les quieres, lo estarás haciendo genial.

El ejercicio de la sonrisa, se explica  por el efecto de fuera a dentro.  Esto significa que  con un cambio externo, como puede ser el de sonreír voluntariamente, se puede producir un cambio interno y conseguir ver todo de manera más positiva.

También, son válidos otros cambios de actitud como pueda ser acostumbrarnos al “por favor” y “gracias”, a decir lo bueno y bonito que tiene algo o alguien, o incluso a desear cosas positivas a aquellos que nos rodean.

Conclusiones de tu psicóloga online sobre cómo ser  más positivo.

Y es que, como he venido diciendo a lo largo de mi artículo, el ser humano por naturaleza es controlador y esto, le hace ser a veces negativo y “preocupón”.

Que hagamos el esfuerzo de ver las cosas que nos suceden de forma más positiva, no significa que nos obliguemos a ver la vida de “color de rosa”, obviando que los problemas existen.

Al contrario, que hay problemas y cosas negativas en nuestra vida es algo importante de aceptar, asumir y por tanto dejarse sentir. Sin embargo, ser más positivo significa que una vez, los sintamos, dichos problemas,  tratemos de contárnoslos de tal manera que evitemos enredarnos en ellos, con su correspondiente bloqueo.

Si te cuesta poner en funcionamiento, esos ejercicios prácticos que te propongo para ser más positiv@, no dejes de contactar conmigo y junt@s buscaremos la manera de conseguirlo.